Winnicott al igual que todos los psicoanalistas teóricos y clínicos, está
interesado en conocer los procesos y fenómenos involucrados en la constitución,
desarrollo y funcionamiento que ocurren en el aparato psíquico de un individuo,
así como también sus posibles patologías (Stutman, 2017).
A lo largo de su carrera, Winnicott desarrolla un pensamiento propio de
gran relevancia en el ámbito psicoanalítico. Concuerda con que gran parte de
los trastornos psicoemocionales de los niños encontraban su origen en la
primera infancia. No obstante, su explicación acerca de la causa de estos
trastornos no la localizó en el complejo de edipo; su explicación al respecto se basa en las experiencias
vinculares de los primeros meses de vida (Naxete, 2017).
Uno de los grandes aportes de Winnicott es profundizar en el conocimiento
sobre el desarrollo psíquico del bebé. Su teoría queda expuesta en su
publicación de 1945, “Desarrollo emocional primitivo”.
Su obra se centra en la relación diádica madre-hijo, considerando al padre
un sostén para el mantenimiento del núcleo familiar. La madre es una figura
fundamental en el desarrollo psicológico del menor, siendo la conducta
emocional de ésta la que va a determinar si el bebé puede alcanzar su verdadero self.
Su teoría contempla varios aspectos:
No integración y
dependencia absoluta
Esta emocionalidad primitiva correspondería al estado del niño al nacer,
encontrándose en un estado de no integración y de dependencia
absoluta con la madre o figura sustituta, de quien requiere sus cuidados
para sobrevivir. Winnicott explica que el individuo al nacer se encuentra en
una relación de dependencia absoluta con su madre y en la medida que
va creciendo se dirigirá hacia una forma de ser personal con características
únicas. Esto último ocurrirá en la medida que la madre-ambiente lo
facilite y lo haga posible, ambiente facilitador
“Madre suficientemente buena”
Continuando con su teoría del desarrollo, Winnicott reflexiona acerca de lo
fundamental de la existencia de un ambiente facilitador y de
una madre suficientemente buena. Serían estos dos conceptos cruciales al
intentar explicar los requisitos necesarios para que el bebé se desarrolle
saludablemente. Lo suficientemente buena implica fallos y pequeños
lapsos de ausencia inevitables en un comienzo, que frustrarán mínimamente al
bebé, pero que contribuirán a su desarrollo psíquico. Las ausencias muy breves
(no poder recurrir automáticamente a la satisfacción inmediata del bebé) o los
fallos pequeños (no siempre conocer la razón del llanto o demanda de su hijo)
progresivamente permitirán que se incorpore la continuidad
existencial del objeto y del sí mismo, es decir, poco a poco el bebé logra
tolerar estos fallos y ausencias sin la sensación de desgarramiento inicial,
pues va incorporando el hecho de que la madre siempre estará y él no se
desintegrará ante la frustración
La ruptura o interrupción de la continuidad existencial puede conllevar
grave psicopatología en el futuro, por lo que el exceso de frustración (falla o
ausencia exagerada de la madre) resulta nocivo para la continuidad indemne del
desarrollo. En otras palabras, es la madre la que otorga
la continuidad del existir, de lo contrario surge una angustia insoportable,
una angustia de carácter psicótica. Son las defensas a esta angustia lo que da
lugar a distintas patologías, impidiendo el gradual aumento de la integración
del sujeto, la que como ya dijimos surge desde el estado de dependencia
absoluta, si la madre-ambiente así lo permite.
TEORIA DE EMMI PIKLER
5 principios de la pedagogía
Pikler en la educación de los niños nos habla.
Para Pikler, el bebé es un ser capaz de desarrollarse de manera autónoma. Esta visión del niño alcanzó validez científica gracias a
la observación, a la reflexión y al registro de datos que realizó durante años
en el hogar infantil donde trabajó en Budapest, y después en el instituto Lóczy
que dirigió desde 1946 hasta el 1979.
En el instituto, Emmi Pikler se esforzaba en cubrir todas las necesidades
de cientos de niños cuyas familias biológicas no podían cubrir sus necesidades,
ofreciéndoles el máximo bienestar y el óptimo desarrollo de los niños en todas
las áreas: física, emocional, cognitiva y social.
Emmi Pikler desarrolló una serie de principios pedagógicos para formar a
las cuidadoras que trabajaban en el instituto Lóczy. Más que un
método, Pikler propone una manera diferente de mirar al niño. Es decir, un
cambio de rol en la relación de los padres y los educadores frente al niño
donde los adultos estén en un lugar de igualdad y respeto hacia los pequeños.
Fue un sistema de cuidados hacia los niños muy diferente y original que se
comenzó a poner en práctica en aquella época. Los principios que rigen esta
manera de ver a los niños regulan en detalle todos los aspectos cotidianos en
la vida de los pequeños.
simultánea y constante. Es decir, si uno de ellos se descuida el equilibrio
que se ofrece al niño se romperá. Estos son:
EL PAPEL DEL ADULTO A LA HORA
DE DESARROLLAR LA PEDAGOGÍA PIKLER
Desde el enfoque de Emmi Pikler en la educación de los niños, es el niño
quien protagoniza su propio desarrollo con plena conciencia de sí mismo y de su
entorno, al tiempo que integra las vivencias que nutrirán su autonomía y su autoestima. Para ello, el papel del adulto es fundamental.
Gracias a la manera que el adulto se ofrece al niño para acompañarle en su
desarrollo, definirá la calidad con la que pequeño lo haga.
Para poder satisfacer las necesidades en las que Emmi Pikler fundamenta
todo su trabajo: el apego y la autonomía, los adultos deben actuar de
forma diferente a lo tradicional:
Durante los cuidados como son el cambio de pañal, dar de comer, bañarle,
etc. El adulto debe realizarlos de manera suave, poniendo en palabras lo que se
va haciendo y dando tiempo al niño para que escuche, centrado en lo que se
hace, y prestando atención al niño. Así, poco a poco se irá respetando su
autonomía y sus preferencias.
Cuando el niño está jugando, el adulto es un mero observador y el pequeño el
protagonista. El adulto está presente pero no interviene y no le sugiere al
niño lo que tiene que hacer ni cómo tiene que hacerlo.